Tener Una Mente de Rendimiento

 "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra."-Salmos 46:10 (rvr1960)

La rendición puede significar cosas diferentes para todos y cada uno de nosotros. Pero rendirse a Dios puede parecer un viaje diferente para todos y cada uno de nosotros también.

La Palabra de Dios nos impulsa a estar quietos y saber que Él es Dios, que Él será exaltado entre las naciones de la gente y la tierra por completo. Si observamos los tiempos, vemos que eso ya está sucediendo. Dios está siendo exaltado a través de otros que genuinamente creen en Su nombre. Él tiene una manera de traer Su bondad a través de Sus vasos y eso es algo que decir que es muy honorable y algo extremadamente serio. Solo los valientes hacen tales cosas y su recompensa es grande en el cielo. Pero hablemos de nosotros. ¿Tenemos una mentalidad de rendición cuando se trata de servir a Dios? ¿Compartir nuestra fe (sin sentirnos avergonzados por nuestra fe) con los demás? ¿Estamos dedicando tiempo a difundir el mensaje de Cristo a otros que lo necesitan tanto como nosotros?

Es comprensible que pueda generar comentarios negativos o que alguien no esté de acuerdo contigo. Pero bueno, está bien. Es parte del proceso llamado 'vida.' Que a través de todo eso, Cristo sea exaltado y cuando las palabras tienden a hacernos sentir de alguna manera, en lugar de correr hacia el mundo. Corramos a los brazos de Dios para que nos consuele con Su verdad.

Este tema trata sobre la rendición. Entregando nuestra mentalidad hacia el reino de Dios:

¿Cuáles son las cosas que puedo hacer en mi vida diaria que pueden ayudar a mi prójimo en lugar de no ayudar a mi prójimo?

¿Cuáles son los cambios que debo hacer en mi vida para mejorar mi estilo de vida, mentalidad, y perspectiva en la vida para ayudar a liberar a otros de las mentalidades de esclavitud que no les permiten volar como águilas en Cristo?

¿Porqué tengo tanto miedo de tener exito y ser profesional?

¿Porqué tengo tanto miedo de exponerme y permitir que otros entren en mi vida que son verdaderamente de la voluntad de Dios para mi vida?

¿Porqué tengo tanto miedo de entregar mis pensamientos y emociones hacia esta persona a Dios y permitir que Dios obre en ellos de la misma manera que lo ha hecho conmigo y ha sido paciente conmigo?

¿Porqué estoy luchando con el mismo ciclo de mentalidad?

¿Porqué no recibo un gran avance en mis finanzas o en mi salud?

¿Porqué me distraigo tanto y me concentro tanto en las tareas de otras personas que ni siquiera he podido terminar las mías?

¿Cuáles son las lecciones que Dios quiere enseñarme en esta temporada de rendición?

¿De qué maneras puedo someterme a Su liderazgo en mi experiencia en el desierto?

¿Porqué me veo como me veo en lugar de verme de buena manera? ¿Porqué tengo que deprimirme para hacer que alguien más se sienta mejor?

¿Porqué me cuesta tanto curarme? ¿Porqué permito que los mismos pensamientos y las mismas personas nublen mi juicio en lugar de ser lo suficientemente amorosos como para corregirles y alejarnos?

¿Porqué la rendición parece tan fácil para los demás pero para mí es como si siguiera chocando contra una pared? ¿Tengo que leer más la Biblia? ¿Congregarme más? ¿Buscar más a Dios? ¿Salir más con personas de la fe? ¿Qué buenos hábitos debo incorporar a mi vida para que me ayude?

Todas estas son buenas preguntas para hacerse.

Esperando que tomes tiempo para enfocarte en ti mismo o misma y manejarte dentro de la gracia y la misericordia de Dios, porque Él realmente te ama, déjame decirte. No lo digo por decirlo.